Vinos “vegan friendly”, una tendencia en alza
Si bien el vino es un producto natural proveniente del reino vegetal -la uva-, no todos los vinos pueden ser considerados “aptos” para vegetarianos o veganos. Sucede que en el proceso de clarificación del vino se utilizan tradicionalmente productos derivados de animales, como pueden ser ovoalbúmina (del huevo), colágeno (de animales), o ictiocola (cola de pescado), los cuales al ser una proteína producen un coloide que precipita y, al caer, arrastra las partículas en suspensión que producen turbiedad. Así es que se consigue como resultado un vino más brillante.
Pero en sintonía con el auge de los productos veganos y vegetarianos que se viene dando en los últimos años a nivel mundial, diversas bodegas argentinas y de otros países han optado por ofrecer una alternativa “vegan friendly” y así lo hacen saber en sus etiquetas.
Aunque el vegetarianismo, es decir la dieta basada exclusivamente en alimentos provenientes de plantas, tiene algunas variantes -están los que incluyen lácteos o los que incluyen huevos, o ambos-, en general se distingue entre dos grandes grupos: los vegetarianos (que no comen carne roja, blanca ni pescados o mariscos pero suelen incluir huevos, lácteos o derivados de animales como la miel) y los veganos, que son más estrictos, ya que excluyen cualquier producto de origen animal, incluidos lácteos, huevos y derivados, sin excepciones de ningún tipo y que excluyen además en su vida diaria el uso de productos que hayan implicado para su fabricación o producción la explotación o el sufrimiento de algún animal.
La principal característica que diferencia a un vino tradicional de uno vegano está en los insumos enológicos utilizados en parte de sus procesos finales de elaboración. Hoy en día, muchos vinicultores usan agentes de clarificación a base de arcilla, como la bentonita, que son particularmente eficientes para eliminar proteínas no deseadas. El carbón activado es otro agente vegano y apto para vegetarianos que también es utilizado.
En cuanto a cómo identificar que un vino es “vegan friendly”, cabe decir que por el momento no existen certificaciones que lo constaten a nivel global, pero sí hay ciertas entidades como “V-Label”, que permiten la utilización de su sello luego de que el producto haya cumplido un riguroso proceso de inspección, conforme a una serie de criterios estandarizados, y que reafirman que el vino es vegano o bien vegetariano.
Las entidades que certifican que un vino es vegano no sólo requieren que los componentes empleados en los procesos de clarificación y filtrado no sean de origen animal, sino que no se empleen organismos genéticamente modificados (GMO, por sus siglas en inglés).
En ese sentido, ciertas levaduras seleccionadas -que son fundamentales para la fermentación- no son “vegan friendly” y por este motivo en su lugar el vino vegano utiliza las levaduras “indígenas”, que son las que están naturalmente presentes en la piel de las uvas. En la página web Barnivore.com es posible acceder a un listado de los vinos argentinos considerados “Vegan Friendly”, que según este registro ascienden a 36.